Manga por hombro

Soy ama de casa de esas de “sus labores”.


Cuando se te queman las lentejas tienes que tirar el guiso. Da igual lo que les pongas para disimular. El olor a quemado en toda la casa te delata; y el sabor, aunque hayas quitado la parte quemada, también.

Einstein decía “si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Los sucesivos gobiernos que “democráticamente” nos dejan darnos a los españoles cada cuatro años; ni tienen la inteligencia de Einstein, obviamente, ni el pragmatismo del ama de casa; que busca las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida.

Seguimos arando con los mismos bueyes, año tras año. Porque no hay coraje para mirar cara a cara a los españoles y decir “Lo siento nos hemos equivocado, no volverá a pasar”. Las CCAA son el mayor error cometido en España desde que tenemos democracia.

Gobierne quien gobierne el despilfarro y la prevaricación están aseguradas. Pero no hay valor para tirar las lentejas.

Los españoles estamos sufriendo el desafuero constante y las felonías de traidores al bien común; un día sí y otro también en todos los ámbitos de la vida (sistema educativo excesivamente permisivo; sistema electoral injusto; sistema sanitario abusado; instituciones obsoletas; leyes parciales…)

Y nuestro gobierno (el que sea) en lugar de identificar el origen de los males y de aplicar el correctivo apropiado; se embarca en una tragicomedia de recortes imposible de soportar si no fuera por el proverbial estoicismo de los españoles hacia quienes nos mal gobiernan.

En Extremadura hubo cambio de gobierno; creímos que el gasto sanitario para abortos, y las prebendas a los amigotes, y las empresas públicas desleales, y empresas privadas dedicadas al sexo supuestamente avaladas por la Junta de Extremadura como de “interés sanitario” ; y los candados en las bocas a los periodistas; y el tráfico de armas, y el de blancas, y los cultivadores de marihuana caseros…etc. se habían acabado por fin; pero no ha sido así.

Tengo la sensación de que hay alguien, a quien yo no he elegido en las urnas para que me gobierne, que maneja los hilos por encima de lo que vemos.

O quizás es tan simple como les he contado al principio: Que las CCAA son el cáncer de España y que hasta que no nos deshagamos de ellas y del gasto excesivo que conllevan, solo estaremos revolviendo las lentejas; pero seguirán teniendo el mismo sabor y el mismo olor.




Margarita Cabrer