martes, 6 de septiembre de 2011

Mamá ¿somos pobres?



Mamá ¿somos pobres?


Ya saben ustedes que tengo tres hijos varones adolescentes a los que, como a cualquier hijo de vecino, siempre les han parecido muy escasos los recursos monetarios que dedicábamos a sus caprichos.

Así cuando hace unos años venían un viernes cualquiera por la tarde después de las clases y nos espetaban a su padre y a mí que Fulanito y Menganito se iban a comer al Mac Donal´s y que ¿por qué ellos no podían?, siempre les contestábamos con la misma frase: “porque tenemos que ahorrar.”

¡Igual de contundente que incomprensible para ellos que respondían!:

¿Pero ahorrar para quéééé?

Poco a poco se les ha ido pegando el espíritu ahorrador; aunque como vivimos en un mundo hedonista y compulsivo lo de la austeridad lo llevan peor. “Ahorráis para poder ir a la universidad” les decimos su padre y yo; pero a ellos no les convence.

El que tampoco lo entiende es el señor Rubalcaba, candidato a gestionar el dinero de mis impuestos.

El debe de cree que el dinero que “los ricos” tienen lo tienen metido en un calcetín y que por eso ni genera empleo ni más riqueza.

Le he oído decir: “Voy a aplicar un keynesianismo laboral”.
Es decir: gastar como si no hubiera mañana.

¡Pero Alfredo; hombre! El dinero que nos quites a los particulares “para crear empleo” será dinero del que no podremos disponer nosotros para hacer otro tanto, en el caso de los empresarios; o para pagar nuestras hipotecas en el caso de los particulares; o para mandar a nuestros hijos a la universidad…etc.

Además con el agravante de que un euro en manos de cualquier particular cunde diez veces más que en manos del gobierno; y si no que se lo pregunten a cualquier ama de casa.

Alfredo, Alfredo… veo tus ojos golositos como en el cuento de la pastora que estaba haciendo requesito.

Afilas las uñas y miras los dineritos que muchas familias humildes hemos ido ahorrando a lo largo de los años con gran sacrificio; mientras vosotros los políticos gastabais “como si no hubiera mañana”.

En coches, en dietas, en móviles, en propaganda, comprando favores…en cosas que no crean riqueza ni entran dentro del “bien común” sino del bien particular vuestro.

Alfredo, Alfredo…te le dijo como la pastora al gatito: Si me clavas las uñas; te cortaré el rabito.