sábado, 1 de septiembre de 2012

Del Ecce Homo de Borja al Mascle Cabró de Cervera


El otro día oía a un tipo decir que tendríamos que empezar a distinguir (con esto de la crisis) entre lo que era cultura y lo que era ocio. ¡Vaya!, pensé. No hace tanto tiempo la pésima ministra Sinde afirmaba que el botellón debía considerarse manifestación cultural.
¡Y será por eso que casi todos los ayuntamientos han dedicado dinero público a fomentarlo!

Con una población de 8817 habitantes; Cervera, localidad de la provincia de Lérida, se ha gastado 100.000 euros del erario público  para apoyar  una fiesta. En plena época de crisis.

En 2011 aportó 104.000 euros, y en los años anteriores rondaba entre los 120.000 y 130.000 euros. 

El caso es que no es una fiesta normal, ni tradicional: surgió como una gamberrada de cuatro borrachos.

Entre la publicidad que encuentro sobre ella puedo leer: "te enseñaremos a hacer lecturas [de cartas] para ver si encontrarás pareja y como conseguirla y si ya tienes para ver cómo estás a nivel emocional y hacia donde derivas".

 JAJAJAJAJA. Es que lo de “hacia dónde deriva”… me ha hecho gracia.

Una sociedad que se gasta 100.000 euros en un aquelarre…yo tengo claro hacia donde deriva. Sobraban alforjas.

Cataluña ha dedicado en el siglo XXI más de un millón de euros a fomentar la cultura esotérica en esta “fiesta cultural” en la que principalmente un Gran Chivo eyacula una lluvia de espuma desde un enorme pene sobre los miles de asistentes (por lo general bastante bebidos) aglomerados en la plaza en el momento de la "Escorreguda" (la corrida), precedido todo del famoso "Baile de la Polla". 

Cuando leo estos datos: 100.000 euros para 8817 personas…despilfarrados, tirados a la basura, empleados para fomentar los vicios y la promiscuidad sexual…pienso en Cecilia la pobre señora de Borja a la que han crucificado las redes sociales por meterse en camisa de once baras e intentar que no se perdiera del todo, barrido en el polvo a los pies de la columna del santuario de la Misericordia de Borja la imagen de su querido Ecce Homo.

Son muchas Cecilias, aunque no salen a la luz, las que se remangan y se “propasan” haciendo de enfermeras cuando “solo” son profesoras; muchos policías que se “propasan” haciendo de cuidadores cuando “solo” son funcionarios…  muchos bomberos, guardias civiles, abogados, sacerdotes, médicos; empresarios que se “propasan” y actúan como si fueran Dios multiplicando los panes y los peces con tal de no despedir a nadie.  

Mientras nuestros impuestos son quemados en esta Hoguera de las Vanidades llamada Sintema Autonómico. Y oiga; ningún político de los que tienen representación en el parlamento a día de hoy está dispuesto a renunciar a ello.
Todos ellos son responsables, aunque Cecilia sea culpable.