jueves, 10 de mayo de 2012

Los perillanes de la política.




El consejero de sanidad de Extremadura señor Perianes escucho durante la “Semana de la Vida” que se celebro en Almendralejo algunos de los testimonios desgarradores que vemos cada día quienes acudimos a hacer rescates en el abortorio de Badajoz. Visiblemente impactado, nos dijo que quería hablar directamente con nosotras y conocer esos detalles que la consejería de sanidad ignoraba y que podían ser vulneraciones de los derechos de la mujer.

Pedimos cita a su secretario como otro colectivo más y esperamos pacientemente nuestro turno. Se reunió con los discapacitados, con los homosexuales, entrego premios, acudió a presentaciones, charlas, votaciones en el Congreso de los Diputados…

Confieso que cuando conocí la dimisión lo primero que pensé fue que quizás un hombre honrado no había podido “tragar” con lo que un gobierno del PP sostenido por IU le hubiera propuesto; pero lamentablemente parece que no fueron esas las razones.

La naturaleza humana es muy curiosa y cuando nos hacemos una idea de cómo debería ser algo o alguien nos cuesta muchísimo desconfirmar esas conjeturas. A los votantes del PP (o de cualquier otro partido) les pasa eso con los suyos. Necesitamos creer.

He escuchado a sus amigos y he leído lo que Perianes ha dicho con verdadero deseo de encontrar una razón que justificase este acto de picardía; pero todo me confirma lo que ya sabía: que el poder corrompe.

Mi estupor viene entonces no de ignorarlo, sino de lo rápido que corrompe.

El consejero de sanidad y política familiar de Extremadura ha dimitido; pero no, no ha sido por culpa de ponerse radicalmente del lado de los defensores de la vida y de la familia. Ha sido por no querer renunciar a su consulta privada.

Señor Perianes usted dice que “No ha obtenido retribución alguna” Y que se va “con la conciencia muy tranquila” sobre sus actuaciones al frente de la Consejería de Salud y Política Social, a la que ha dedicado todo su esfuerzo en los tres meses en que ha estado en el cargo

Yo le contesto señor Perianes que durante este tiempo que usted ha estado en el cargo unos 480 bebes han muerto en el abortorio de Badajoz. Así que en vista de que usted atendía su consulta privada durante el tiempo que era consejero de sanidad y que en los tres meses no encontró un ratito para reunirse con nosotras y conocer de primera mano lo que ese hace en este lugar…TODO no hizo.

Lo que hizo fue impropio de una persona a la que se le había confiado las esperanzas de muchas vidas humanas; más digno de un botarate que de un hombre de bien.

Margarita Cabrer








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