Los argumentos de los abortistas o de los pro-eleccion parecen defender
la salud de la mujer, la libertad de la mujer para decidir sobre "su" cuerpo, pero si preguntamos a las
protagonistas quizás nos sorprenderían sus respuestas.

“A” y “E” son una pareja joven que decidió abortar en su momento;
aunque después ya con el dinero en la mano y a pesar de que se habían
desplazado unos cien kilómetros para hacerlo, encontraron una alternativa.
Transcribimos a continuación una entrevista que les hicimos en una de los primeros encuentros de ayuda que tuvimos con ellos.
¿ Cómo te sentías cuando ya habías decidido abortar? ¿Qué pasa por tu
cabeza ¿
“E”.-Pues ya te digo; eso supone
intranquilidad, noches de insomnio…discusiones entre nosotros, muchos sentimientos y todos negativos.
“A”.-Mala conciencia…
¿Cuál es el proceso que lleva a una familia normal como vosotros que ya
tenéis otro hijo a contemplar el aborto como una opción?
“E”.- En ningún momento hemos querido nosotros
abortar; esto ha sido una cosa deseada, lo que pasa que por las circunstancias
del entorno, y del trabajo…
¿No sientes el acto de decidir abortar como un acto de tu libertad?
“E”.- Si yo tuviera medios económicos ni se me
pasaría por la cabeza…destrozarlo.
¿Nadie te ha ofrecido apoyo ni
las instituciones Ayuntamiento, Asistencia Social…?
“E”.- La ayuda que nos ofrecieron fue el
dinero para abortar, con eso ya hágase usted una idea. El único apoyo
psicológico que hemos tenido ha sido encontrarnos cuando fuimos a abortar con
tres personas en la puerta que me abrieron la posibilidad que no me había
abierto nadie, que era ayudarme en lo que me hacía falta para poder seguir
adelante.
¿Es lo que querías, sacar a tu hijo adelante?
“E”.- Naturalmente. Pero nadie
nos apoyaba.
“A”.-con el primero sí que tuve
ayuda y apoyo, pero con el segundo me han dicho “quítate eso de ahí, que solo te van a pasar desgracias con esa
criatura”.
¿Sientes que se han metido en tu vida para decirte lo que tenias que
hacer y lo que no?
“E”.- Esto viene por presiones
externas a nosotros lo de plantearse abortar. Viendo la situación en la que
estamos, ¿la gente qué te va a decir? ¡Quítatelo de en medio!, que es lo más
fácil.
¿Nadie os ha hablado de los síntomas del síndrome postaborto? Sueños
recurrentes, tristeza, discusiones, infravaloración personal…?
“A”.-Nadie me ha hablado de esos
síntomas pero los he estado yo viviendo mientras pensaba en abortarlo, no hace
falta que nadie me lo cuente.
La salud de la mujer; uno de los
argumentos esgrimidos por los abortistas pero te iban a realizar una
intervención quirúrgica con anestesia general sin haberte hecho ninguna prueba.
¿Les manifiestas a los profesionales que te atienden tu desconfianza
por este hecho?
“A”.-¡Claro, ni analíticas ni
nada! Bueno me hicieron una ecografía pero no me la dejaron ver.
“E”.-Les planteamos la extrañeza
es decir: Aquí el mismo día que venimos, sin ningún tipo de pruebas, la metes
en quirófano directamente sin saber nada de ella, ni la cantidad de anestesia
ni nada…
“A”.- Que fuese sin comer y sin orinar una hora antes…es lo
único que nos dijeron.
En la actual ley las clínicas deben proporcionar un sobre a las madres gestantes con información sobre lo
que es y lo que supone un aborto, además de otras alternativas; ¿nos puedes
enseñar ese sobre?
“E”.- A nosotros no nos dieron el
sobre en ningún momento, nos dijeron que el sobre solo era hasta cierto tiempo.
Nos preguntaron de cuánto tiempo estaba y
cuando le dijimos del tiempo que estábamos que era de cuatro meses nos dijeron que ya no nos
correspondía sobre y que ya no nos lo podíamos pensar más. “En ese tiempo en el
que estás ya no te podemos dar sobre”.
Nosotros nos desplazamos a
Badajoz exclusivamente para conseguir el sobre. Porque queríamos ver todas las
opciones… Habíamos llamado dos o tres días antes a pedir cita y nos dijeron que
teníamos que ir a recoger el sobre pero una vez que estábamos allí no quisieron
dárnoslo.
Yo me presenté allí a recoger el
sobre y me vengo sin el sobre y con una cita para una intervención
directamente. Me sentí engañada
¿Y te dijeron “tenemos que dar la cita”?
“A”.- La cita ya directamente,
claro. El sobre tenía que ser si estabas de menos semanas. Me hicieron una
ecografía pero a pesar de que pedí verla no me dejaron.
¿No os dieron un presupuesto, algo por escrito?
“E”.- Presupuesto ninguno; una
tarjeta de la clínica y por detrás nos pusieron:
16 semanas…630 euros; 17 semanas… 730 euros. Doce horas para la
vacuna 70 euros, anestesia general ocho horas de ayuno total, una hora sin
orinar y pago en efectivo.
Pago en efectivo, sin presupuesto, y sin factura ¿No pensaban daros la
oportunidad de reclamar a pesar de que como cualquier otro negocio tienen
obligación de ofrecer a sus clientes unas garantías de su gestión?
“A”.- Nada, no nos explicaron
nada y además nos metieron prisa para que lo hiciéramos, incluso al vernos
dudar nos dijeron “¿ya os han comido el coco las de la puerta?”
El lunes que nos encontramos con
vosotras ya llevábamos los novecientos euros.
Su actitud fue amable pero no
clara, en cuanto vio que lo que queríamos era el sobre, se empezó a poner
nerviosa y a meternos prisa. Quería asegurarse de que abortaríamos, claro eran
unos mil euros.
¿Cómo os sentís ahora? ¿Os alegráis de no haber abortado? ¿Tenéis
mejores perspectivas?
“A”.- Nos alegramos de no haber
abortado pero seguimos teniendo miedo de cara al futuro. Por lo menos ahora
tenemos la ilusión, que el día que fuimos para allí íbamos como resignados.
Por lo menos ahora tenemos algo
que nos da fuerzas para seguir luchando. Eso es lo que encontramos en la puerta
del abortorio cuando ya íbamos con el dinero en el bolsillo. Ibamos a lo que íbamos;
pero gracias a Dios en la puerta nos pararon y hablamos.
¿Fueron agresivas las personas que os encontrasteis en la puerta?
“A” y “E”.- Nada de agresivas, al
revés. Igual que en ese momento estaba todo negro, al momento apareció un
poquito de luz así al fondo y dijimos
“vamos a por la luz”.
Esperamos que nuestro testimonio
anime a muchos padres y madres a luchar por sus hijos no nacidos y que el
relato de nuestras penurias conciencie a las personas de buena voluntad para
que expresen y no callen su apoyo a la vida en cualquier ambiente en el que se
encuentren. Porque sus opiniones a favor de sacar a un bebe no nacido adelante
puede ser la luz que ayude a tirar para adelante a personas como nosotros.
Por si no ha quedado claro:
No les dejaron ver la ecografía de su hijo. Naturalmente nueve de cada diez mujeres desisten de abortar cuando ven al bebe tan formado y con aspecto tan humano aunque tenga solo unas semanas de vida.
No les dieron el sobre informativo. A pesar de que cuando llamaron por teléfono les hicieron acudir a por él; estas son prácticas de puro y duro marketing. Si tienes al cliente desplazado y delante tienes mas posibilidades de que acepte tu oferta que si solo estas hablando por teléfono con él.
No les dieron presupuesto alguno. Son muchos los que salen al cabo de un tiempo del abortorio y nos preguntan con urgencia la localización de un banco para sacar dinero en efectivo. A casi todos les sale un poco más caro de lo que les dicen en principio, pero claro ¿quién va a protestar en ese estado de ánimo? Lo que quieren es largarse cuanto antes de ahí y olvidar que estuvieron. Por supuesto tampoco hemos podido conseguir factura de ningún cliente; ¿no nos las quieren dar o simplemente no las tienen porque todo el negocio es "en negro"? En las indicaciones que les dieron era inprescindible el pago en efectivo.
No le realizaron ninguna prueba médica previa a la intervención y eso que iba a ser con anestesia general por lo avanzado de la gestación.
Los coaccionaron para que se decidieran a abortar . Mintiéndoles sobre las disposiciones actuales de la ley: diciéndoles que a las alturas que estaban de embarazo "ya no había nada que pensar" diciéndoles que el sobre solo se daba hasta unas determinadas semanas pero que pasadas estas ya no se les tenia que dar ninguna información. Riéndose de ellos cuando les vieron dudar y sugiriendo que les habían comido el coco las locas que estaban en la puerta.

Es un ser humano; lo mires como lo mires.
Aunque usted señor gerente del abortorio se plantee el aborto como un simple negocio; aún así tendrá que cumplir una serie de normas y leyes y evitar una serie de prácticas abusivas e ilegales.
En septiembre tenemos al menos cuatro juicios con los que esta clínica abortista pretende intimidarnos y obligarnos a dejar de estar en la puerta dando alternativas a las madres que así lo quieran. Pero lo que no saben estos negociantes del temor y del horror, aprovechados de las desdichas humanas; es que mientras ellos están ahí por dinero, nosotras estamos por amor.
Margarita Cabrer